Comencemos sabiendo que es el TPO (third-party ownership). En 2015 entro en vigor esta norma, que prohíbe la propiedad de los derechos económicos de jugadores por parte de terceros. El punto 1 del artículo 18ter nos explica el TPO con claridad: » Ningún club o jugador podrá firmar un contrato con un tercero que conceda a dicho tercero el derecho de participar, parcial o totalmente, del valor de un futuro traspaso de un jugador de un club a otro, o que le otorgue derechos relacionados con futuros fichajes o con el valor de futuros fichajes «

La regulación de esta materia surge cuando los clubes empiezan a recurrir a terceros para poder hacer frente a los fichajes que ellos no podían acometer de manera unilateral, dando así pie a que los jugadores fueran propiedad de fondos o grupos de inversión y que sus derechos económicos no pertenecieran únicamente a los clubes (vendedor y comprador), esto hacia que el futuro del jugador no dependiera ni del club ni de el mismo en ocasiones, así que la FIFA decidió atajar esta situación, de ahí la aprobación del artículo 18ter en el RETJ.

Debemos entender que cuando un jugador llega a un club este trae consigo dos derechos, el deportivo y el económico. El deportivo pertenece siempre en su totalidad al club con el que el jugador tiene la relación contractual. Los derechos económicos sí que eran susceptibles de ser fraccionados y es aquí donde la FIFA decide regular la situación considerando terceros a todos aquellos que no fueran los dos clubes que pactan el traspaso. En esta primera regulación el jugador fue considerado tercero, ya que la FIFA en su circular 1464 de 22 de diciembre de 2014 definió lo que se incluiría como interpretación de tercero en el artículo 18ter del RETJ: » parte ajena a los dos clubes entre los cuales se traspasa a un jugador, o cualquiera de los clubes anteriores en los que el jugador estuvo inscrito previamente «

Como hemos dicho en el párrafo anterior, la FIFA consideraba a los jugadores terceros, pero esto ya no es así, debido a que en junio de 2019 entra en vigor el cambio por el cual el jugador ya no es considerado tercero, sino parte, así que puede adquirir un porcentaje de sus derechos económicos y cobrar su parte correspondiente en un futuro traspaso. De este modo, el club y el jugador pueden pactar que este, el jugador, se quede con parte de sus derechos económicos para cobrarlos cuando sea traspasado a otro club.

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